JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES 2018 «Este pobre gritó y el Señor lo escuchó» (Sal 34, 7)
El Papa Francisco nos convoca a participar activamente en la II Jornada Mundial de los Pobres que celebraremos el 18 de noviembre. En los contextos en los que vivimos y trabajamos, constatamos el empobrecimiento de quienes amamos y dedicamos nuestra vocación de servicio. Muchas veces sentimos que nuestra tarea se torna muy compleja y constatamos mayores demandas. En nuestras tareas percibimos, el desafío impostergable de recuperar la memoria viviente de Cristo acogiendo a los pobres, escuchándolos con atención, sanando sus heridas y compartiendo los bienes con generosidad evangélica. En el corazón del Evangelio está la vida comunitaria, la mesa compartida y la celebración. Con sentido de responsabilidad estamos profundizando en el compromiso de cultivar mejores momentos de proximidad en la atención integral. Así también de mejorar nuestra comunicación de los servicios y la organización territorial. La Iglesia Cuerpo de Cristo viviente en la historia, es un signo sensible de la Misericordia de Dios y nuestra misión es ser presencia del Amor de Dios. La experiencia nos dice que la sensibilidad afectiva es fuente de espiritualidad en la cual nos reconocemos como hijos e hijas de Dios. Espiritualidad que se traduce en el gesto solidario en el cual vislumbramos que es posible un mundo en el que convivan todos los mundos con sus culturas y religiones, en las cuales están presentes las semillas del Reino de Dios. Trabajar “entre los pobres” brindando diversos servicios, y colaborar con quienes “están en la diaria” significa participar del Proyecto de Dios, cuidando de todos los dones que Dios nos brinda a diario. En esta perspectiva de celebración de la II Jornada, “nos proponemos” disponer de un momento de reflexión y crear un gesto concreto de acercamiento y participación comunitaria en el cual expresar la solidaridad.
Propuesta de Gestos – semana previa o durante el fin de semana:
Almuerzo o cena con las Personas que asisten a los servicios parroquiales o de Cáritas parroquial.
Reflexión en las misas del fin de semana
Acercamiento y actividad con alguna obra de la parroquia (merienda – juegos – reflexión Visita a hospitales junto a las pastorales que asisten a enfermos.
Acompañar a las recorridas nocturnas e iniciativas parroquiales que asisten a Personas en situación de calle.
Acompañar con la reflexión de la jornada a una actividad ya planificada transformándola en gesto de cercanía con los pobres. (feria, festival, convivencia, encuentro)
Encontrarse con los equipos que trabajan en las problemáticas de las adicciones en las parroquias.
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