La Navidad sos vos, cuando hacés un poco de silencio, para oír la voz del Amor.
Navidad sos vos, cuando decidís nacer de nuevo cada día y dejás entrar a Jesús en tu corazón.
El árbol de Navidad sos vos, cuando resistís de pié a los vientos y dificultades de la vida.
Los adornos de Navidad sos vos, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida.
Las campanas de Navidad sos vos, cuando congregás y buscás unir.
La luz de Navidad sos vos, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad.
Los ángeles de Navidad sos vos, cuando cantás a los hombres un mensaje de paz, de justicia y de amor.
La estrella de Navidad sos vos, cuando conducís a alguien al encuentro con Jesús.
Los reyes Magos sos vos, cuando das lo mejor que tenés sin importar a quien.
La música de Navidad sos vos, cuando conquistás la armonía y la paz dentro tuyo.
El regalo de Navidad sos vos, cuando sos, de verdad, amigo y hermano de todo ser humano.
La tarjeta de Navidad sos vos, cuando la bondad está escrita en tus manos.
La felicitación de Navidad sos vos, cuando perdonás y restableces la paz, aun cuando sufras.
La cena de Navidad sos vos, cuando alimentás de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado.
La noche de Navidad sos vos, cuando humilde y consciente, recibís en el silencio de la noche al Salvador del mundo sin ruidos ni grandes celebraciones.
No llores por lo que perdiste, lucha por lo que te queda.
No llores por lo que ha muerto, lucha por lo que ha nacido en vos.
No llores por quien se ha marchado, lucha por quien está con vos.
No llores por quien te odia, lucha por quien te quiere.
No llores por tu pasado, lucha por tu presente.
No llores por tu sufrimiento, lucha por tu felicidad.
Con las cosas que a uno le suceden, vamos aprendiendo…
La cena de Navidad sos vos, cuando alimentás de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado.
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