DENLES DE COMER USTEDES MISMOS

Evangelio según san Lucas 

11bEl los recibió, les habló del Reino de Dios y devolvió la salud a los que tenían necesidad de ser curados.

12Al caer la tarde, se acercaron los Doce y le dijeron: «Despide a la multitud, para que vayan a los pueblos y caseríos de los alrededores en busca de albergue y alimento, porque estamos en un lugar desierto». 

13 El les respondió: «Denles de comer ustedes mismos». Pero ellos dijeron: «No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente».  

14 Porque eran alrededor de cinco mil hombres. Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: «Háganlos sentar en grupos de cincuenta». 

15 Y ellos hicieron sentar a todos. 

16 Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que se los sirviera a la multitud. 

17 Todos comieron hasta saciarse y con lo que sobró se llenaron doce canastas. Palabra del Señor

Reflexión y preguntas

      Este pasaje nos muestra la voluntad de Dios: que no falte el pan para todos.  Cuando estamos abiertos a la fuerza de su amor y le ofrecemos lo poco que tenemos, hay pan para todos. 

Cuando algunos se dejan llevar por el egoísmo, el pan se acumula en pocas manos, esto es, incapacidad de amar y de compartir. Cuando el pan se comparte y se reparte, se convierte en una forma de encuentro que es un anticipo del cielo, y hay pan para todos.

      Este pan es además un símbolo de la Eucaristía, el pan espiritual del que luego  hablará Jesús. Sacramento del amor fraterno, de la unidad y de la generosidad.

      Y nosotros, familia, también podemos reflexionar este pasaje con referencia a otros panes: el pan de la escucha, el pan del tiempo dedicado a simplemente pasarla con los nuestros, el pan del aliento, el pan de la compañía, el pan de la misericordia, el pan del consuelo, el pan del perdón. Así nos parezca poco lo que podamos aportar, el Señor se encargará de multiplicarlo,  Que no falte “el pan” en nuestra familia.

¿Ofrezco lo mucho o lo poco que tengo a mi familia, o me lo reservo sólo para mí?

¿Qué tipo de pan debería entregar más generosamente a mi familia? 

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