Viernes Santo Guía para Celebración

Viernes santo Celebración de la Pasión del Señor

Primera parte  Liturgia de la Palabra

Entrada Guía  Hermanos, hoy nos reunimos para celebrar la pasión y la muerte del Señor Jesús, por amor a cada unos de nosotros.

La Iglesia en este día no celebra la Misa, sacramento de la Muerte y Resurrección del Señor.

Por eso la liturgia no tiene grandes expresiones exteriores, sino que abunda en la oración y el silencio.

La liturgia de este día nos invita a descubrir la nueva oportunidad que Jesús nos ofrece de pedir y de dar perdón, de buscar la reconciliación con Dios y entre hermanos.

Ahora vamos a recibir al que preside esta celebración y sus ministros en profundo silencio. Nos ponemos de pie.

El celebrante y los ministros llegan al altar por la parte delantera. Allí se ponen de rodillas

Guía Nos ponemos de rodillas.

Sigue un rato de silencio donde todos rezamos. Cuando el sacerdote se pone de pie, el Guía dice…

Guía  Nos ponemos de pie.

El celebrante se dirige al altar y dice la siguiente oración…

Celebrante No se dice «Oremos»…  Acuérdate, Señor, de tu gran misericordia y santifica con tu eterna protección a esta familia tuya por la que Cristo, tu Hijo, instituyó, por medio de su Sangre, el misterio pascual. Que vive y reina por los siglos de los siglos. R. Amén

Primera parte  Liturgia de la Palabra

Guía

1ª Lectura. Nos podemos sentar. Escuchemos la descripción del siervo sufriente.

Salmo.  Repetimos la Antífona: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu»

2ª Lectura.  Jesús se hizo uno de nosotros. Así, obedeció y sufrió.

Pasión. Vamos a escuchar el relato de la Pasión. A través de ella, Jesús llegó a la gloria. Nos ponemos de pie.

  • Pasión de N.S. Jesucristo según San Juan – Carpeta aparte

Homilía.  Oración universal. Después del silencio de la homilía…

Guía  Nos ponemos de pie. Ahora vamos a rezar por todas las necesidades de la Iglesia y del mundo. Jesús muerto en la Cruz es la garantía absoluta de que Dios nos escucha.

Por la Santa Iglesia

Guía  Recemos, queridos hermanos, por la santa Iglesia de Dios, para que nuestro Dios y Señor, le conceda la paz y la unidad, se digne protegerla en toda la tierra y nos conceda glorificarlo con una vida calma y serena.

Celebrante Oración en silencio. Prosigue el celebrante, con las manos extendidas…  Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo has revelado tu gloria a todas las naciones: protege la obra de tu misericordia, para que la Iglesia, extendida por toda la tierra, persevere con fe inquebrantable en la confesión de tu Nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Por el Papa

Guía  Recemos también por nuestro santo Padre, el Papa Francisco, para que Dios nuestro Señor, que lo llamó al orden episcopal, lo asista y proteja en bien de su Iglesia, para gobernar al pueblo santo de Dios.

Celebrante Oración en silencio. Prosigue el celebrante, con las manos extendidas… Dios todopoderoso y eterno, con tu sabiduría ordenas todas las cosas; escucha nuestra oración y protege con amor al Papa que nos diste, para que el pueblo cristiano que tú gobiernas progrese siempre en la fe, guiado por su pastor. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Por el pueblo de Dios y sus ministros

Guía Recemos también por nuestro obispo Jorge, por nuestro obispo coadjutor Oscar, por todos los obispos, presbíteros y diáconos de la Iglesia, y por todo el pueblo santo de Dios.

Celebrante  Oración en silencio. Prosigue el celebrante, con las manos extendidas…  Dios todopoderoso y eterno, que con tu Espíritu santificas y gobiernas a la Iglesia, escucha nuestras súplicas por tus ministros para que, con ayuda de la gracia, todos te sirvan con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Por los catecúmenos

Guía  Recemos también por los catecúmenos, para que Dios nuestro Señor abra los oídos de sus corazones y les manifieste su misericordia, de manera que, perdonados sus pecados por medio del agua bautismal, sean incorporados a Jesucristo.

Celebrante  Oración en silencio. Prosigue el celebrante, con las manos extendidas… Dios todopoderoso y eterno, que fecundas sin cesar a tu Iglesia con nuevos miembros; acrecienta la fe y la sabiduría de (nuestros) los catecúmenos, para que, renacidos en la fuente bautismal, sean contados entre tus hijos. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Por la unidad de los cristianos

Guía Recemos también por todos nuestros hermanos que creen en Cristo; para que Dios nuestro Señor reúna y conserve en su única Iglesia a quienes procuran vivir en la verdad.

Celebrante  Oración en silencio. Prosigue el celebrante, con las manos extendidas… Dios todopoderoso y eterno, que congregas a quienes están dispersos y conservas en la comunión a quienes ya están unidos, mira con bondad el rebaño de tu Hijo, para que la integridad de la fe y el vínculo de la caridad reúnan a los que han sido consagrados por el único bautismo. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

Por los Judíos

Guía  Recemos también por el pueblo judío, a quien Dios nuestro Señor habló primero, para que se acreciente en ellos el amor de su Nombre y la fidelidad a su alianza.

Celebrante  Oración en silencio. Prosigue el celebrante, con las manos extendidas… Dios todopoderoso y eterno, que confiaste tus promesas a Abraham y a su descendencia, escucha con bondad las súplicas de tu Iglesia, para que el pueblo de la primera Alianza llegue a la plenitud de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

Por quienes no creen en Cristo

Guía  Recemos igualmente por quienes no creen en Cristo, para que, iluminados por el Espíritu Santo, puedan también encontrar el camino de la salvación.

 Celebrante  Oración en silencio. Prosigue el celebrante, con las manos extendidas…

Dios todopoderoso y eterno, concede a quienes no creen en Cristo que, viviendo en tu presencia con sinceridad de corazón, encuentren la verdad; nosotros, ayúdanos a progresar en la caridad fraterna en el deseo de conocerte mejor, para ser ante el mundo, testigos más auténticos de tu amor.

Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

Por quienes no creen en Dios

Guía Recemos también por quienes no conocen a Dios, para que, buscando con sinceridad lo que es recto, puedan llegar hasta él.

Celebrante  Oración en silencio. Prosigue el celebrante, con las manos extendidas… Dios todopoderoso y eterno, tú has creado al hombre para que te buscara con ansia y hallara reposo al encontrarte; concede que todos, aun en medio de las dificultades, por los signos de tu amor y el testimonio de los creyentes, se alegren al reconocerte como único Dios verdadero, Padre de todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

Por los gobernantes

Guía Recemos también por los gobernantes de las naciones, para que Dios nuestro Señor guíe sus mentes y sus corazones, según su voluntad, hacia la paz verdadera y la libertad de todos.

Celebrante  Oración en silencio. Prosigue el celebrante, con las manos extendidas… Dios todopoderoso y eterno, en cuyas manos están los corazones de los hombres los derechos de las naciones, asiste con bondad a nuestros gobernantes ara que, con tu protección, afiancen en toda la tierra la prosperidad de los pueblos, la paz duradera y la libertad religiosa. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

Por los que sufren

Guía Recemos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso por todos los que sufren las consecuencias del pecado en el mundo, para que aleje las enfermedades, alimente a los que tienen hambre, redima a los encarcelados, libere de la injusticia a los oprimidos, dé seguridad a los viajeros, conceda el regreso a los ausentes, la salud a los enfermos y la salvación a los moribundos. Recemos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso por todos los que sufren las consecuencias de los terremotos, inundaciones y son víctimas de los desastres producidos por el cambio climático.

Celebrante  Oración en silencio. Prosigue el celebrante, con las manos extendidas… Dios todopoderoso y eterno, consuelo de los afligidos y fuerza de los atribulados, lleguen hasta ti las súplicas de los que te invocan en cualquier necesidad, para que puedan alegrarse al experimentar la cercanía de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

Segunda parte  Adoración de la santa Cruz  Después de la última oración universal

Guía Permanecemos de pie. Jesús fue crucificado por nuestros pecados. Su amor nos redimió y nos salvó. No somos mejores que los que lo condenaron. Ni somos mejores que los que lo abandonaron. Como los apóstoles y los discípulos, somos débiles y pecadores. Por eso vamos a adorar la cruz, como signo del amor de Dios a los hombres: de aquella cruz, de aquel fracaso vivido con tanto amor, nace vida. La única verdadera vida. En la cruz está la única vida que merece ser vivida.

El sacerdote entrará desde el fondo del templo con la cruz.  Después de cada elevación nos ponemos de rodillas. Nos damos vuelta para acompañar la procesión.

  • Comienza la  entrada  de  la     El celebrante, en el fondo del templo, dice…

Celebrante

ESTE  ES  EL ÁRBOL DE LA CRUZ,  DONDE ESTUVO SUSPENDIDA LA SALVACIÓN  DEL  MUNDO. R ¡VENID Y ADOREMOS!

Guía Nos ponemos de rodillas.  (Cuenta en silencio hasta cinco)  Nos ponemos de pie.

  • El celebrante avanza por el medio del templo y se detiene en la mitad…

Celebrante

ESTE  ES  EL ÁRBOL DE LA CRUZ,  DONDE ESTUVO SUSPENDIDA LA SALVACIÓN  DEL  MUNDO. R ¡VENID Y ADOREMOS!

Guía Nos ponemos de rodillas.  (Cuenta en silencio hasta cinco)   Nos ponemos de pie.

  • El sacerdote avanza hasta el pie del altar. se detiene, mira al pueblo y dice…

Celebrante

ESTE  ES  EL ÁRBOL DE LA CRUZ,  DONDE ESTUVO SUSPENDIDA LA SALVACIÓN  DEL  MUNDO. R ¡VENID Y ADOREMOS!

Guía  Nos ponemos de rodillas y adoramos todos juntos y en silencio este Misterio de Amor.

  • Después de UN MINUTO de oración en silencio…

Concluyamos esta oración cantando: «Te adoramos Cristo» Nos ponemos de pie.

Saludo a la Virgen María junto a la Cruz Después del canto «Te adoramos Cristo», el guía dice…

Guía Cuando Jesús murió por nosotros, no estaba solo, su madre lo acompañaba. Ahora la tenemos especialmente presente.

Celebrante hace la siguiente monición…  Hemos adorado solemnemente la Cruz, en la cual nuestro Señor Jesucristo, muriendo, redimió al género humano. También María estaba junto a la Cruz del Hijo, por voluntad de Dios Padre. Sobre todo en aquel momento, la espada profetizada por Simeón le traspasó el alma; y aquella fue la hora de la cual le había hablado Jesús en Cana.

Junto a la Cruz, la Madre fuerte en el inmenso dolor que sufría con su Hijo único, asociándose con ánimo maternal a su sacrificio, compartió amorosamente la inmolación y aceptó del Hijo moribundo, como testamento de la caridad divina, ser la Madre de todos los hombres.Así, María, la nueva Eva, sostenida por la fe, fortalecida por la esperanza y llena de amor, llegó a ser modelo para toda la Iglesia. Por tanto, adorando el eterno plan de Dios Padre, nosotros que hemos celebrado la memoria de la Pasión del Hijo, recordamos también el dolor de la Madre.  

Guía Cantamos…

Tercera parte  Sagrada comunión

  • Sobre el altar se extiende el mantel y se colocan el corporal y el Misal.

  • El ministro de la Eucaristía trae el Santísimo Sacramento desde el lugar de la reserva, mientras todos permanecen de pie y en silencio.

  • Dos ministros acompañan al Santísimo Sacramento con cirios encendidos, que colocan sobre el altar.

  • Una vez colocado el Santísimo Sacramento sobre el altar y descubierto el copón, el celebrante hace genuflexión.

Guía Ahora los acólitos preparan el altar para que podamos participar de la Comunión con el Cuerpo y la Sangre del Señor.  Estas hostias han sido consagradas en la misa de la Cena del Señor que celebramos ayer a la noche. De esta manera se manifiesta que es el mismo sacrificio el que celebramos ayer y el que actualizamos hoy. En este momento tiene lugar la Colecta que es destinada al sostenimiento de los Lugares Santos, en Tierra Santa.

Celebrante Fieles a los preceptos del Salvador e instruidos por sus divinas enseñanzas nos atrevemos a decir:

Padre nuestro, que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día y perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

Líbranos, Señor, de todos los males y concédenos la paz en nuestros días, para que ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras aguardamos con gozosa esperanza la Venida de nuestro Salvador Jesucristo.

R Tuyo es el Reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.

Celebrante  Hace genuflexión y sosteniendo el copón, toma una hostia y elevándola un poco, mira al pueblo y dice…

Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Felices los invitados al banquete celestial.  R Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

Comunión

Guía  Hoy no celebramos la Eucaristía. Hoy contemplamos a Jesús muerto en la cruz, mientras esperamos celebrar la Eucaristía de la Noche de Pascua. Pero en esta espera nos acompaña también el Cuerpo del Señor entregado por nosotros. Por eso, ahora comulgaremos de la Eucaristía que ayer celebramos, en la espera de la Resurrección. Cantamos…

Oración después de la Comunión Después del silencio de acción de gracias…

Celebrante  Dios todopoderoso y eterno, tú nos has redimido por la santa muerte y la resurrección de Jesucristo; mantén viva en nosotros la obra de tu misericordia para que, por la participación en este santo misterio, permanezcamos dedicados a tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

Guía Avisos Parroquiales

Celebrante  Oración sobre el pueblo y con las manos extendidas  Te pedimos, Señor, que descienda una abundante bendición sobre tu pueblo, que ha recordado la muerte de tu Hijo con la esperanza de su Resurrección: llegue a él tu perdón, concédele tu consuelo, acrecienta su fe y asegúrale la eterna salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

Guía  Terminamos esta acción litúrgica en silencio. La Cruz quedará, después del Vía Crucis, en el altar para nuestra adoración. Ahora dejamos pasar primero a la Cruz procesional, a los sacerdotes y a los acólitos, y luego salimos del templo para comenzar el Vía Crucis, que realizaremos por las veredas de la plaza. Al regresar realizaremos la adoración de la Santa Cruz.

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